La campaña de esterilización en la India
Realizado por Ignacio Fornaris:
Buenos días nuestros queridos lectores,
Desde el Aula de Relaciones Internacionales os queremos transportar a la India, el segundo país con más población del globo.
Como la mayoría de los países asiáticos, la superpoblación está siendo un problema grave a tratar: comenzando con China y sus leyes de restricción de “un solo hijo” hasta el mismo país hindú que está formado por 1250 millones de habitantes.
Las campañas de esterilización en la India son muy frecuentes pero recientemente se ha levantado la liebre sobre la forma de tratar el asunto por parte de su Gobierno.
Pongamos en antecedentes…
Una mujer tuvo su tercer hijo tras cumplir los 30. Su clara tendencia a la reproducción, llamó la atención de un funcionario público que se propuso convencerla bajo todos los medios posibles para que procediera a la esterilización. Este es el caso de Nem Bai, una mujer fallecida recientemente tras ser operada en un hospital tercermundista, semiabandonado y en unas situaciones poco menos que precarias situado en el estado de Chhattisgarg.
Según cuentan las diversas fuentes cercanas a los hechos, las mujeres, en estos clásicos hospitales, son acumuladas en los suelos hasta entrar en quirófanos poco equipados donde un médico realiza ligaduras de trompas a mansalva. En aproximadamente 4 horas, las mujeres se encuentran totalmente esterilizadas pero, paradójicamente, tratadas con materiales no estériles. Tras la intervención, se les arma con un botiquín y a “automedicarse”.
La Señora Bai junto con otra gran ingesta de mujeres han comenzado a fallecer en estas circunstancias. Hasta el momento, 13 son las víctimas que se cobra esta mala gestión en este y otros tantos campamentos en las últimas semanas. Además, unas 70 personas han sido hospitalizadas en un estado muy grave.
Solo falta decir una cosa, el medicamento comúnmente recetado contenía matarratas.
La India es la nación asiática que más esterilizaciones anuales realiza. De entre unas 4 millones de mujeres operadas, 707 han fallecido entre 2009 y 2012, una situación claramente denunciable.
Pero… ¿por qué culpar al Gobierno?
Pues bien, como aseguran la inmensa mayoría de médicos y muchos funcionarios, el Gobierno no solamente promueve sino que exige la máxima cantidad de esterilizaciones que se puedan llevar a cabo. Como apuntó el doctor Gupta, él realizó hasta 83 ligaduras de trompas en un solo día. Su récord, cuenta entre regodeos, se encuentra en las 300 operaciones en un día.
“No fue mi culpa. La administración me presionó para cumplir las metas” dice el doctor arrestado por su supuesta vinculación con la tragedia en el campamento de Chhattisgam.
Las normas establecen, por seguridad y buen hacer de los médicos, que el máximo sea de 30 operaciones por día, superados por todos los médicos, al menos, en el triple de dicha cantidad máxima.
Por otra parte, el sistema indio promueve dicha situación pagando a los funcionarios 2€ por cada mujer que haya convencido para operarse, un 1€ por operación para el médico, 30 céntimos para el anestesista y 20 céntimos a las enfermeras. Además, se ha llegado a ofrecer dinero, coches y utensilios de cocina a las mujeres que se dejan operar. En 2011, las autoridades de Rajasthan ofrecían premios como televisores o motocicletas.
El resultado: una clara coacción a las mujeres. Ahora bien, en un sociedad patriarcal, los hombres solo componen un 2.3% de las operaciones de esterilización del territorio a causa de la supuesta pérdida de virilidad, por lo que resulta más sencillo convencer a una mujer.
Eso sí, debemos recordar que este problema es lejano y no solo ha constituido la persecución a la mujer. Durante la conocida Emergencia de 1975, se suspendieron los derechos constitucionales y se obligó, en muchos casos a la fuerza, a los hombres para que llevasen a cabo la vasectomía. ¡Se llegaron a acordonar pueblos para obligar a los hombres a esterilizarse!
Para finalizar, nos gustaría acabar desde aquí con el artículo 7 del Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional:
“ A los efectos del presente Estatuto, se entenderá por crimen de lesa humanidad cualquier de los actos siguientes cuando se cometa como parte de un ataque generalizado o sistemático contra la población civil y con conocimiento de dicho ataque […] La violación, esclavitud sexual, prostitución forzosa, embarazo forzado, esterilización forzosa o cualquier otra forma de violencia sexual de gravedad comparable […]”